La Colina de las Cruces

La Colina de las Cruces es probablemente uno de los lugares más visitados de Lituania hoy día. La colina está localizada a doce kilómetros de Šiauliai, en el norte del país y en la carretera que tradicionalmente de usa para ir hacia Letonia.

Cómo llegar

Hay varias formas de llegar a la Colina de las cruces, con coche (bien sea de alquiler), por autobús o por tren. Desde Vilna es posible tomar el tren desde la estación central con dirección a Klaipeda y que se detiene en Šiauliai (se pronuncia algo así como Shouléi) El viaje toma unas dos y media horas.

Una vez en Šiauliai, simplemente hay que caminar hacia la calle Tilzes, desde donde se puede tomar el autobús con dirección Šiauliai-Joniškis (Yónishkis). Para llegar a la Colina de las Cruces, hay que bajarse en la parada de «Domantai» (Dómantei). El subir al autobús, es conveniente indicar la parada al conductor con anticipación ya que algunas de las paradas no están indicadas en el camino.

Una vez en Domantai tan solo hay que seguir los letreros en color marrón con la indicación “Kryžių kalna”, Colina de las Cruces. También es posible tomar un taxi desde Šiauliai a la colina y de vuela a la estación, lo que puede resultar más conveniente ya que el trayecto no es muy largo y en Lituania los taxis suelen ser económicos.

Origen de La Colina de las Cruces

Se dice que durante la edad media existía aquí un castillo de madera llamado “Kula”. Durante el Medioevo era habitual construir castillos de defensa sobre colinas artificiales. Hoy día, este tipo de promontorios que se asemejan a una colina se pueden encontrar en cantidad lugares de Lituania, se les llama “Piliakalnis”, mezcla de las palabras en lituano: Pilis (castillo) y Kalnas (colina). El castillo de Kula fue destruido en 1348 y aparentemente la colina permaneció abandonada por varios siglos hasta el siglo XIX.

Nadie sabe con certeza cuándo comenzó la tradición de colocar cruces aquí. Se piensa que fue alrededor de 1831, con el objetivo de honrar a los caídos durante la primera rebelión en contra del régimen zarista. A estas cruces, luego se sumarían las de otra rebelión, esta vez en 1863.

Es así como la colina se convierte en símbolo de resistencia y de protesta al régimen zarista. La tradición se extendió más adelante durante la ocupación socialista de la Unión Soviética y que vio gran cantidad de deportaciones, arrestos y asesinatos. En este contexto, la Colina de la Cruces se transformó en una forma de protesta pasiva. El ejército soviético demolería la colina en varias ocasiones, pero eventualmente, las cruces volvería a aparecer. En 1961 buena parte de las cruces de madera fueron quemadas y las cruces de metal, fundidas. En más de una vez, la colina misma fue demolida con buldócer.

Esta situación (el ejército removiendo las cruces y la gente volviéndolas a colocar) continuó por largo tiempo hasta los años setenta. Entonces la colina se mantuvo vigilada por largos períodos de tiempo con el fin de impedir que se colocaran nuevas cruces. Incluso hubo planes de inundar el territorio por completo y dar «el problema» por terminado. No fue sino hasta 1988, cuando los cambios políticos que introdujo Mikhail Gorbachev en la Unión Soviética, aligeraron las tensiones en el área.

Tan pronto como Lituania re-adquirió su independencia, la Colina de las Cruces comenzó a ser visitada por peregrinos de todas partes de Lituania y del mundo entero, el más célebre de los cuáles sería el papa Juan Pablo II en 1993.

¿Cuántas cruces hay aquí?

No se sabe a ciencia cierta cuantas cruces han sido colocadas aquí en total. Hay estimaciones que van desde quinientas mil a un millón y medio. Sin embargo, la cifra más probable debe de estar en el orden de las trescientas mil cruces. Dado el gran número de visitantes que vienen cada año, esta cifra se hace cada vez más difícil de calcular. Es tradición el pedir un deseo al colocar una cruz sobre la colina y los lituanos están muy contentos de recibir visitantes que quieran continuar con esta tradición. Así, el número de cruces sigue y sigue creciendo.

Es interesante notar que las animosidades políticas con las que comenzó la Colina de las Cruces continúan hoy día, e incluso llegan aquí, importadas desde lugares muy distantes. Recientemente, un visitante de Asia colocó una cruz por la independencia de Hong Kong, este gesto desató la furia de otro visitante, esta vez de China continental, el que sin pensarlo dos veces, arrancó la cruz de su sitio.

La Colina de las Cruces se populariza

En algunas páginas de la web, a la Colina de las Cruces se le coloca en la lista de los lugares más lúgubres del mundo, pero contrario a lo que muchos piensan, esta colina no es un cementerio. Tampoco es un lugar protegido por la UNESCO como mencionan otros. Esta colina es sin embargo, lugar protegido por la iglesia católica, bajo la supervisión de la diócesis de Siauliai, la que fue establecida en 1997.

Tal vez uno de los eventos que generó mayor atención internacional sobre la Colinas de las Cruces fuera la visita oficial del papa Juan Pablo II en 1993. Durante su visita el papa ofició una misa y declaró la colina como lugar oficial de peregrinaje. La pagoda desde donde ofició misa en aquella ocasión aun está en pie, así como la gran cruz que el mismo ofrendó en este lugar y que se aprecia justo a la entrada.

Aun cuando existe un componente religioso importante en la Colina de las Cruces, las cruces son fenómeno más bien social, que expresa mucho de la idiosincrasia del lituano. Hasta el día de hoy los lituanos, ni protestan, ni se revelan de forma abierta, tal como estamos acostumbrados a ver en España o Francia. La protesta del lituano suele ser pasiva, pero muy persistente. Han pasado ya casi doscientos años desde que esta protesta comenzara sobre esta colina, y al parecer, continuará por al menos otros doscientos años más.

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