Singapur está localizado en una isla que apenas posee recursos naturales. Sin embargo, esta tierra de manglares ha llegado a convertirse en la metrópolis que hoy en día conocemos. ¿Cuál es la historia detrás de este cambio? ¿Cómo ha logrado Singapur este avance en su prosperidad sin recursos naturales? En esta serie de entradas, vamos a hacer un repaso por los principales acontecimientos que han marcado la historia de Singapur, y que la han hecho convertirse en el país que es.
Antes de comenzar, me gustaría recomendar un museo para conocer la historia de Singapur. El Museo Nacional de Singapur (National Museum of Singapore) es un espacio donde podrás conocer más cerca toda la historia de Singapur de forma interactiva. A través de antiguos objetos, manuscritos o fotografías, podrás conocer el pasado de la sociedad singapurense y su estilo de vida.
La fundación de Singapur
En primer lugar, me gustaría dejar claro que aquí solo vamos a hablar de la historia moderna de Singapur, que comienza durante el siglo XIX. Es en este siglo donde surge el nacimiento de lo que podemos conocer como la actual Singapur. Todo comienza a partir del comercio entre India y China. El estrecho de Malaca era una importante ruta comercial entre estos dos países. Los holandeses eran los que principalmente controlaban esta ruta, al estar asentados en varios puertos de la península malaya.
Sin embargo, fue el joven británico Sir Thomas Stamford Raffles, el fundador del moderno Singapur. El 8 de febrero de 1819, Raffles negoció con el sultán de Malasia la cesión de la isla para fundar un puerto británico de forma unilateral al director de la compañía británica de las Indias Orientales y gobernador de Penang, Bannerman. Este gobernador escribió a sus homólogos holandeses desautorizando el movimiento de Raffles en Singapur, confiando los holandeses que Raffles se retiraría de allí. No obstante, con el contexto del final de las guerras napoleónicas en Europa, el sentimiento nacionalista británico había aumentado y la compañía de las Indias Orientales nunca devolvió Singapur a los holandeses.
Cuando Raffles llegó a Singapur, la isla no ofrecía demasiadas posibilidades de desarrollo. Por ello, para fomentar el puerto de Singapur al comercio entre India y China, Raffles anuló todos los impuestos comerciales en la isla. Así, Singapur se convirtió en el centro del comercio en el sudeste asiático durante los siguientes años.
Los primeros años del puerto
Raffles tuvo que abandonar la isla, tras ser destinado a Bencoolen, otra colonia de las indias orientales en el suroeste de la costa de Sumatra. Durante este tiempo, muchos de los comerciantes chinos, indios y malayos que había en el estrecho de Malaca, se movieron a Singapur para disfrutar de los beneficios fiscales que ofrecía la isla. También algunos funcionarios indios de la compañía de las indias orientales fueron destinados a Singapur. La población de Singapur alcanzó durante este tiempo las 10000 personas.
En este tiempo, uno de los productos de comercio más importantes era el opio. El comercio de opio entre India y China, provocó que muchos de los habitantes de Singapur se volviesen adictos a esta droga. Los robos, asesinatos y la delincuencia en general comenzó a ser muy frecuente. En 1822, tras tres años y medio, Raffles volvió a Singapur y se encontró con ese nuevo panorama. Raffles enfureció con el entonces gobernador de Singapur, William Farquhar, por haber permitido aquello.
El propio Raffles tenía unas ideas de Singapur que no se correspondían con la realidad allí presente. Raffles había soñado con una ciudad próspera donde la cultura y la literatura floreciesen. Además, había diseñado algunos esquemas y planos de cómo deseaba que fuese Singapur. Estos planos seguían la distribución de calles ordenadas al estilo decimonónico europeo, donde la población se dividía en barrios por etnias.
En esta visión, el río de Singapur era concebido como el centro comercial de la isla, con la creación de un muelle en la zona que se conoce actualmente como Boat Quay. Además, ideó una zona al explanada al lado que sería el lugar donde se producirían los intercambios comerciales. Hoy en día, esta visión de Raffles no estaba tan equivocada, pues el distrito de negocios de la ciudad, se encuentra exactamente con el diseño original de Raffles en el lugar conocido como Raffles Place.
Raffles tuvo que abandonar Singapur en 1823 por una enfermedad, y murió a los pocos años en Gran Bretaña.
El auge de las sociedades secretas
Hacia la década de 1850, ya se habían vivido varias décadas de comercio sin impuestos en Singapur. En aquel momento, ya había muchos comerciantes ricos y poderosos de segunda generación en la isla. Sin embargo, el problema ahora venía de la mano de las Compañía de las Indias Orientales, que no tenía los suficientes recursos económicos para mantener la isla sin cobrar ningún tipo de impuesto. La solución que ideó fue la de legalizar la venta de opio y vender licencias para su venta que iban aumentando de precio con el tiempo.
Esto provocó un auténtico círculo vicioso. Aumentó el consumo de drogas, la prostitución de mujeres traídas de Japón y la violencia en la isla. Esto provocó también el nacimiento de muchas sociedades secretas. Cada sociedad tenía sus propias normas, rituales y sistemas de lealtad, y unas eran rivales de las otras. Los hombres de negocios y comerciantes más influyentes estaban envueltos en los asuntos de estas sociedades. La Compañía comenzó a perder el control de la situación.
En 1867, la Corona Británica tomó el control de la isla y lo incorporó a uno de los territorios de la Corona. La Compañía Británica de las Indias Orientales desaparecería poco después.
Prosperidad de la colonia británica
Hubo dos hechos que marcaron el progreso de Singapur durante su regencia por la Corona Británica. El primero de ellos, y el más importante, fue la apertura del canal de Suez en 1869. Esto supuso el comienzo de una época de gran esplendor para Singapur. Los barcos europeos ya no iban por el sur de África, y por lo tanto el estrecho de Malaca se convirtió en un lugar de paso obligado para el comercio entre Europa y China.
El segundo hecho, fue la importación de árboles de caucho desde Brasil a los jardines botánicos. Esto hizo que se dieran cuenta de que las condiciones de Singapur eran idóneas para el cultivo de este tipo de árboles, lo que provocó la aparición de una nueva fuente de riqueza y comercio en la isla. Además, el botánico británico Henry Ridley, ideó un método para extraer el caucho, que hizo que su cultivo se extendiese por la península malaya. El caucho en aquellos años era un producto muy demandado en Europa y América.
Durante la última parte del siglo XIX, Singapur conoció un periodo de gran esplendor. Se construyeron nuevas calles, edificios y puertos en la isla. Los gobernadores británicos se empezaron a preocupar de aprender la lengua china, para comunicarse con los grandes comerciantes. El opio fue prohibido, la prostitución regulada y las sociedades secretas declaradas ilegales.
Por fin, Singapur había podido encaminarse hacia la idea que Raffles había tenido unas décadas atrás.
La historia de Singapur no termina aquí. En la siguiente entrada La historia de Singapur: de la colonia británica a la independencia, podrás seguir descubriendo la primera parte del siglo XX.
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[…] todo lo acontecido durante el siglo XIX en Singapur, que podrás descubrir en La historia de Singapur: la fundación y la época colonial, hoy vamos a descubrir la primera parte del siglo XX. Durante este período, que abarca desde […]