La ruta de los conventos

La ruta de los conventos, una grandiosa travesía por distintos pueblos y ciudades de los estados de Morelos y Puebla. Si bien ésta es la ruta tradicional, también hay conventos que se podrían sumar al conjunto en el Estado de México, Tlaxcala e Hidalgo. Si vives en este país o planeas viajar a México, ten en cuenta que seguir la Ruta de los conventos puede ser un grandioso itinerario. En especial, para los amantes de la historia y la cultura.

En la línea marcada por los antiguos conventos franciscanos, dominicos y agustinos, cuya importancia fue vital en la evangelización del territorio mexicano. Casi todos construidos durante el primer siglo tras la conquista. Fueron reconocidos por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1994.

A continuación te hablaré de ella, de los pueblos por los que pasar al recorrerla y qué hacer en ellos, de la historia, así como de la importancia de estos conventos, y de cómo aprovechar al máximo tu viaje.

La ruta de los conventos: Historia, religión y cultura

Los franciscanos fueron los primeros frailes en llegar al territorio. Fotografía de falco, tomada de Pixabay

La colonización del territorio americano fue clave para el crecimiento político, así como el dominio alcanzado por la corona española. México, un sitio clave para su labor, no tan sólo por su importancia simbólica tras la conquista de Tenochtitlán, o por los recursos materiales brindados al imperio, sino por la importancia de llevar la religión al Nuevo Mundo. En este contexto, las órdenes mendicantes cumplieron un papel imprescindible en la conquista religiosa.

1. Arte y arquitectura

No es de extrañar el particular estilo artístico en las construcciones y en las pinturas. Habiendo retomado el barroco español, del llamado arte <<churrigueresco>>, se combinó con la herencia indígena propia del continente. El nombre proviene del apellido Churriguera, de una familia de arquitectos barrocos. Presente en parroquias, capillas, templos y conventos, predominó a lo largo de México, teniendo expresiones y transformaciones peculiares en cada región. Su principal característica es la gran abundancia de elementos decorativos, así como la estructura general basada en el <<estípite>>. Éste era un esquema geométrico basado en el cuerpo humano: el capitel, un cubo presentando el pecho, después un angostamiento, y al final la cintura y las piernas representadas por un triángulo invertido.

Notable en los detalles de puertas, retablos, y en la constitución general del templo. Los motivos religiosos se mezclaron con figuras de animales, vegetales, y frutos propios del territorio. Por un lado el simbolismo humanista, por otro las representaciones y la concepción indígena, que poco a poco perdía su autonomía, desapareciendo pero dejando su marca.

El estilo de la Nueva España

Otro aspecto a notar, es que el estilo propio de la Nueva España se fue cimentando con el tiempo. Por ello, muchos de estos primeros conventos mezclaban características de la extensa herencia artística europea. A causa de que aún se estaba gestando un estilo propio. En ello tendrían un papel vital los indígenas que trabajaron en tales obras en compañía de los monjes, de cuyas manos salieron figuras, retablos, detalles arquitectónicos y manifestaciones religiosas de distinta índole. Éstos tendrían tras de sí, tanto la religión católica, apoyada en la escolástica y la retórica bíblica para explicar el mundo, como la cosmovisión mesoamericana, con un apego a la naturaleza y sus múltiples elementos. Así, Cristos y Vírgenes con rasgos indígenas o mestizos, y elementos de las antiguas religiones del continente discretamente insertos en los símbolos religiosos Occidentales.

También es común el diseño al estilo fortaleza, debido a que la cimentación del dominio hispano estaba lejos de la solidez que adquiriría para el siglo XVII. La empresa religiosa suponía el riesgo de ataques, y rechazo a la evangelización por parte de la población local. Incluso los franciscanos, con sus principios de completa humildad, debían adecuarse a las necesidades que les imponían los territorios en los que se adentraban. Ello marcó su organización, al igual que sus costumbres, ya no sólo el diseño de sus edificaciones.

Veamos un poco de la historia de las órdenes.

2. La ruta de los conventos, la ruta de las órdenes religiosas

Las primeras órdenes en llegar a evangelizar el Valle de México fueron los franciscanos, los dominicos, y los agustinos, en ese orden. El clero secular fue el primero en adentrarse al nuevo mundo. La evangelización de los indígenas era parte de una labor espiritual, cultural y política. Ello radicaba tanto en el control de los recursos, como por la obtención de mano de obra, y el principio de expansión del catolicismo en que se apoyaba y justificaba el dominio español. Integrar al indígena a la cultura que traían los europeos resultaba más conveniente que una guerra abierta.

El orden en el que llegaron fue:

El 15 de mayo de 1524, llegaría desde Veracruz la primera expedición franciscana. Antes de ello hubo presencia de integrantes de la orden, más no en un grupo sólido, no uno organizado por la propia orden. Tendrían un importante papel en la evangelización del Valle de México, así como en el Bajío, especialmente en Michoacán, con la labor de Vasco de Quiroga. Para todo ello fundaron varios conventos y colegios a lo largo del territorio.

Para 1526 llegarían los primeros dominicos, estableciendo sus misiones en Oaxaca y Chiapas. Entre sus miembros, Fray Bartolomé de las Casas, cuya obra, “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”, que se convertiría en una de las principales fuentes para entender tal periodo, así como para recuperación y defensa de la cultura indígena. Esto se insertaría en el debate de la naturaleza y la defensa de la humanidad en los amerindios.

Los agustinos llegaron al continente, con una pequeña expedición, el 22 de mayo de 1533. Más tarde irían llegando más frailes. Tras asentarse al sur de la Ciudad de México, se fueron extendiendo al resto del territorio. Llegaron a fundar 76 conventos para finales del siglo. Se extendieron por Morelos, Puebla, Guerrero, e inclusive llegaron a Michoacán y Jalisco, fundando también colegios como los de Guadalajara, Yuriria y San Pablo.

Entre el pasado y el presente

Cabe mencionar que los conventos se fueron expandiendo a lo largo y ancho de la república durante la Colonia. Sin embargo, en la ruta de los conventos se ubican los primeros, el primer paso en la evangelización. Así, alrededor del Valle de México, la misión religiosa dejó huellas materiales que han perdurado a través de los siglos.

CURIOSIDADES: La iconografía te permitirá identificar las órdenes, conocer su conjunto de símbolos y los principios de las mismas. Los jesuitas usaban como símbolo de la orden el Sagrado corazón de Jesús, con cinco estigmas. Estos representan los estigmas de Cristo al ser crucificado. Mientras que los agustinos utilizaban medallones con las inscripciones IHS y XPS, y la figura del Sagrado corazón, con la llama en alto y atravesado por una espina. En la iconografía dominica es común la Flor de lis, en alusión a las virtudes del santo.

Siguiendo la Ruta de los conventos: Cómo y dónde iniciar el viaje

Si vas desde la Ciudad de México, punto desde el que pueden llegar nacionales y extranjeros, conviene iniciar tu viaje en dirección a Cuernavaca, dónde se ubica el Ex Convento de la Asunción de María, fundado por franciscanos en 1525. De camino hacia acá, está el Ex convento dominico de la Natividad de María, que también es un museo, en Tepoztlán. Si aprovechas esta parada, quizá tengas tiempo de subir al cerro Tepozteco. Un reto sencillo para montañistas, pero retador para personas que gusten de la naturaleza, sin estar demasiado curtidos. A su vez recomiendo tomar pulque y disfrutar de unas ricas quesadillas.

Para comenzar

En este punto empieza tu travesía empieza por el estado de Morelos, después puedes pasar a Puebla. En estos tres estados están los principales conventos, a pesar de que la ruta completa es más amplia. Recomiendo ir en automóvil pues si vas en camión, te puede salir muy caro ir de estación en estación. También aconsejo seguir un recorrido cultural, en ellos podrás conocer todos los conventos. Algunos están organizados por agencias de viajes o grupos privados, y otros más por el INAH. La ventaja de este último es que ofrece la garantía de ser guiado por algún profesional, ya sean historiadores o arqueólogos.

Puedes consultar precios, fechas y el itinerario de los recorridos del INAH en este enlace.

Empecemos el recorrido.

Morelos

El Ex Convento de Tepoztlán es una excelente opción para empezar a seguir la ruta de los conventos

En este estado se ubican más de veinte ex conventos, por lo que, de realizar este viaje, pasarás más tiempo aquí. No obstante, me centraré en los principales, los que se incluyen en la ruta de los conventos, declarada Patrimonio de la Humanidad. Además de los conventos ya mencionados, están los siguientes puntos en tu viaje. El orden en que los visites dependerá más de la conveniencia de tu itinerario, aunque intenté ponerlos en un orden que dispongas convenientemente de tus horarios.

Después de Cuernavaca, puedes seguir a Totoloapan, al Ex Convento agustino de San Guillermo. Luego, el Ex Convento agustino de San Juan Bautista, en Tlayacapan; el Ex Convento de San Mateo Apostol, en Atlatlahucan. Después el Ex Convento de Santo Domingo de Guzmán, en Oaxtepec, el Ex Convento agustino de Santiago Apostal, en Ocuituco; el Ex Convento de San Bautista, en Tetela del Volcán, y en Yecapixtla un convento también nombrado en honor a San Juan Bautista, construido entre 1535 y 1540. De este último resaltan los elementos góticos y renacentistas en la arquitectura de su Iglesia, y en el pueblo, recomiendo disfrutar de la deliciosa cecina.

Ten en cuenta también el ex Convento dominico de Santo Domingo, en Hueyapan; y el de la Inmaculada Concepción, en Zahualpan, que es agustino. En este último, la arquitectura bebe mucho de las antiguas fortalezas medievales, con el toque churrigueresco que tanto impacto tuvo en el territorio.

Puebla

Iglesia de Cholula, Puebla

Podemos iniciar el recorrido por puebla en Tochimilco, dónde se encuentra el Ex Convento de Nuestra Señora Santa María de la Asunción, en las faldas del Popocatépetl. Luego, el Ex Convento franciscano de San Andrés, en Calpan. Los primeros nogales de Castilla fueron sembrados en este pueblo, quizá comer chiles en nogada en este lugar pueda resultar especial, de cierto modo. Después el Ex Convento de San Miguel Arcángel, en Huejotzingo.

Al recorrido tradicional, podemos agregar el Ex Convento de San Gabriel, en Cholula. Fue construido en 1549, se halla cerca de la Pirámide de Cholula, y fue erigido sobre las ruinas del templo de Quetzalcóatl. Se le considera uno de los más bellos del país. A un paso de este podrás encontrar el Centro de Estudios Humanísticos Fray Bernardino de Sahagún, con la Biblioteca Franciscana. Ahí se resguarda una colección veinticinco mil volúmenes que datan de entre el siglo XVI y el XIX. A pesar de que este fondo se halla cerrado al público general, es un sitio de interés para investigadores.

Hidalgo, Tlaxcala y Estado de México

Iglesia de Tepotzotlán. Imagen de Carlos Medellín

El número de ex conventos en estos estados es menor que los anteriores, y menos apreciado. No por ello carecen de valor, ya que se trata de construcciones muy bellas y de importancia cultural. Sin duda querrás conocerlos.

En Tepotzotlán, Morelos, al norte de la Ciudad de México, se halla el Ex Convento jesuita de San Francisco, fundado en 1586. Recomiendo además conocer el antiguo acueducto del pueblo, así como el Museo Nacional del Virreinato. En Actopan, Hidalgo, el Templo y Ex Convento agustino de San Nicolás Tolentino. También en Hidalgo están el Ex Convento de San Miguel Arcángel, en Acatlán, y el de los Santo Reyes en Metztitlán. El Ex Convento de San Agustín, en Acolman, Estado de México, así como el de Tlalmanalco y el de la Inmaculada Concepción, en Toluca.

Hay otros conventos en estos estados, pero me centré en los más llamativos por lo extenso de la lista.

Ten en cuenta

Sagrado Corazón de Jesús. Imagen de Grace Urbanski

Todos estos ex conventos fueron construidos durante el siglo XVI. No obstante, han pasado por muchos cambios a lo largo del tiempo, tanto ampliaciones como destrucción, así como destrucción. El último proceso de ruina y restauración que muchos de estos sufrieron fue tras el sismo del 19 de septiembre del 2017. Aún así persisten, tanto por la propia solidez arquitectónica como por las personas que trabajaron en su salvaguarda. Los templos, así como las construcciones más antiguas, comparten motivos arquitectónicos similares, acorde a la magia de los conventos. Pasear y darte unas horas para indagar seguro complementará tu experiencia.

Te aconsejo organizar tu viaje y tu tiempo lo mejor posible. Por sí mismos, estos lugares no son caros; la entrada más cara está en unos 70 pesos, y las más baratas en 15. Si eres estudiante o maestro, te darán descuentos o inclusive tendrás entrada gratuita. Lo principal será administrar tu tiempo, la comida, y el gasto en la gasolina. Es conveniente, además, enfocarte en los que deseas conocer, puesto que la lista es enorme. Claro, si pagas por un tour te ahorrarás varios problemas, a pesar de que esta oferta en sí misma puede llegar a ser cara.

En estos lugares resaltan las fiestas religiosas, como las celebraciones a los santos, la Navidad y el Día de Reyes. Recomiendo mi artículo sobre Día de Reyes para complementar.

Por último

Les agradezco mucho el haber leído este artículo, espero lo hayan disfrutado y les sea útil. Los invito a visitar nuestra página, dónde encontrarán artículos interesantísimos. A su vez, les recomiendo leer mis artículos anteriores sobre el vacaciones en México, y del transporte en la Ciudad de México. Si deseas conocer otros lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad en México, recomiendo estos artículos sobre lugares para visitar en México: pueblos mágicos y ciudades.

¡Tengan un feliz viaje!