La vida es un viaje: hagamos una pausa

Estamos viviendo tiempos difíciles. Tiempos de cambios donde aún no nos podemos imaginar cuáles serán las consecuencias. Tras muchísimos años de apertura de fronteras, turismo al alza, y tráfico aéreo batiendo récords año tras año, es más que probable que este año el turismo sufra un declive. Puede que a partir de ahora viajar no esté al alcance de cualquiera. Por eso, debemos hacer una pausa y dar las gracias a la vida. Ahora más que nunca, la vida es un viaje.

Aviso importante

Desde el 15 de marzo de 2020, Singapur ha prohibido la entrada y tránsito a todas las personas que hayan estado los anteriores 14 días en España. Pero esto no es todo, desde el día 23 de marzo de 2020, y por un periodo indeterminado, Singapur ha prohibido la entrada y tránsito de todos los turistas en el país. No obstante, los residentes permanentes o que tengan visados de larga duración podrán acceder, pero deberán cumplir 14 días en cuarentena sus domicilios. Puedes consultar más datos actualizados aquí.

Resulta difícil en estas condiciones hablar sobre qué visitar, dónde alojarse o cuáles son los 10 platos que no debes perderte en este país asiático. Para eso, os invito a que le echéis un vistazo a las anteriores entradas que plasman, con mi mejor intención y entusiasmo, todo lo que para mi significa Singapur.

Tiempo de pausa y reflexión

Sé que para muchos viajeros, Singapur es solo un destino de tránsito en el que pasar varios días antes de visitar otros lugares del sudeste asiático. Sin embargo, yo he vivido allí unos años y lo veo desde otra perspectiva. Singapur es el lugar donde más he aprendido a lo largo de mi vida. He conocido a muchas personas, he vivido cientos de nuevas vivencias, he aprendido a respetar otras culturas y me he perdido por lugares que jamás hubiese imaginado. En definitiva, me he abierto al mundo y quiero pensar que eso ha hecho que me convierta en la mejor versión de mi mismo.

La vida está hecha de estas pequeñas casualidades que van forjando el camino. Soy consciente de que a veces la desesperanza se puede apoderar de nosotros, y en los malos momentos resulta difícil encontrar las cosas positivas. Pero también creo firmemente que este es un buen periodo para empezar a valorar más las cosas que tenemos, todo lo que la vida nos ha hecho vivir, y todo lo que nos depare el futuro. Porque puedo decir que, cuando salgamos de esta situación, las cosas van a ser mejor, el ritmo de vida será más calmado y la sociedad más consciente y comprometida.

Valoraremos más ese momento de nuestro viaje en el que nos paramos a tomar un café y conversamos sin ninguna preocupación, mientras nos sentimos con una paz interior indescriptible, fruto de haber conocido nuevos lugares y nuevas formas de ver el mundo. Y es que, las pausas también forman parte de un viaje.

¿Qué me ha enseñado viajar?

Vuelo a Camboya

Uno de los mejores países a los que he viajado es Camboya. Hay múltiples razones para ello. Entre todas ellas podría mencionar la sonrisa y amabilidad de su gente, el espíritu de vida calmado y su patrimonio cultural y natural. Los camboyanos no han tenido una historia fácil, y aún así siguen siendo optimistas y agradecidos con lo que tienen. Me hizo reflexionar que a veces tener más no es ser más felices, y que la verdadera felicidad se esconde detrás de las pequeñas cosas. Muchos camboyanos nunca han salido de Camboya, y aún conservan en sus ojos la inocencia y las ganas de aprender cosas de otros lugares. Es muy curioso llegar a un país que se está construyendo de cero, en el que la edad media de la población es de poco más de 20 años.

Otras de las cosas que me ha enseñado viajar, o más bien, estar fuera de casa, es valorar más el momento presente. Nada es para siempre, así que mientras dura es mejor disfrutarlo. Las pequeñas cosas que hoy valoramos por la situación en la que nos encontramos, son las que también más se valoran cuando estás fuera y no puedes tenerlas. Una tarde de cervezas con los amigos, un plato de alubias blancas de tu madre o simplemente cuando cruzas la meta en una carrera popular.

Así que solo por esas cosas, viajar ya merece la pena. Y ahora que no vamos a poder viajar en un tiempo, puede ser un buen periodo para reflexionar, hacer una pausa, y comenzar a valorar más todo lo que tenemos. Porque organizar viajes está bien, pero no debemos olvidar que la vida es el mejor viaje que tenemos.