Los 10 lugares que ver en Liubliana
¿Estás harto de los mismos lugares de siempre, abarrotados de gente y con precios desorbitados que hacen llorar a tu cuenta corriente? ¿Quieres visitar un lugar romántico que te haga sentir como en casa y donde la cerveza y el vino tengan precios normales? Entonces estás de suerte, porque Liubliana tiene todo eso y más. Acompáñanos en este rápido recorrido por la capital de Eslovenia y los 10 lugares que ver en Liubliana.
Al igual que en el resto de Eslovenia, lo primero que nos llama la atención al llegar a Liubliana es lo verde, la multitud de árboles que encontramos por medio de la ciudad y los bosques de las afueras. Si te encuentras en el centro de la ciudad y quieres desconectar de la civilización e irte a meditar donde nadie te moleste, lo tienes bien fácil. Puedes ir a pie o en bicicleta y en 10 minutos te verás rodeado de árboles, parques, agua y tranquilidad. Si tienes mucha prisa y quieres ver la ciudad en un tour exprés, puedes verla en un solo día, dos como mucho, pero recomendamos pasar más tiempo en esta hermosa ciudad. ¡Haz vida allí para poder sacarle el máximo partido!
A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que en Internet habrás encontrado Liubliana escrito con “i” y con “j” (Ljubljana) y es que la jota en esloveno se pronuncia como una i corta. Recuerda esto cuando estés en Eslovenia para que te entiendan al preguntar por algunos de los siguientes lugares que tienes que ver en Liubliana
1 – Castillo de Liubliana (Ljubljanski grad)
Como ya comentamos en el post sobre las 10 cosas que ver en Eslovenia, el castillo de Liubliana es visible desde prácticamente toda la ciudad. Si te pierdes, levanta la cabeza y busca el castillo en lo alto de la colina, no tiene pérdida.
En el siglo I a. C., cuando la ciudad se encontraba bajo dominio del Imperio Romano y cuando Liubliana se llamaba Emona, lo que había ahí arriba en la colina no era un castillo, sino una fortaleza y un templo. No es hasta el siglo XII cuando se recogen los primeros escritos sobre un castillo en la colina. El castillo ha tenido hasta el día de hoy infinidad de restauraciones, es por eso la apariencia tan nueva y pulcra que presenta.
Podéis subir andando pero si sois de los que os gusta ver las cosas en modo exprés y así después tener más tiempo para tomar una cervecilla, podéis subir también en funicular. Aquí tenéis información sobre los horarios y los precios.
2 – Puente de los Dragones (Zmajski most)
El puente en sí no tiene gran atractivo arquitectónico pero debe ser visitado por el peso sentimental que tiene para la ciudad. Está adornado con unos dragones que son símbolo de la ciudad desde que, según la leyenda, Jasón y los argonautas llegaron hace muchísimo tiempo a coger el vellocino de oro, tuvieron que matar al dragón que lo custodiaba. El dragón pasó a ser símbolo de la ciudad por su empeño en proteger lo que era suyo y que se encontraba en suelo de Liubliana. ¡Ten cuidado al pasar por este puente si eres virgen y quieres mantenerlo en secreto! La leyenda dice que el dragón moverá la cola si todavía no te has estrenado. ¿Será verdad? ¡Inténtalo!
3 – Barrio de Metelkova
Uno de los lugares más alternativos de la ciudad. Si quieres disfrutar de buenos conciertos, exposiciones, cultura y mucho más, tienes que ir a Metelkova. Este centro cultural tiene una historia algo turbulenta hasta nuestros días. Fue usado por la militancia yugoslava como barracas en el conflicto de Eslovenia en 1991 con el gobierno yugoslavo. Una vez terminó el conflicto varias asociaciones propusieron al ayuntamiento convertir estas barracas en un lugar con propósitos creativos y pacíficos. El ayuntamiento cedió ante la oferta, pero unos años más tarde quisieron demoler este espacio autogestionado. La situación legal es aún complicada y aburrida de explicar en este post, así que os proponemos algo: ¡Id a Metelkova! Disfrutad de este lugar de mente abierta, donde el ocio y la cultura van de la mano.
4 – Parque de Tivoli
Es el parque más grande de Liubliana y a tan solo unos minutos a pie del centro. Fue diseñado en 1813 por el ingeniero francés Jean Blanchard. Es el lugar de encuentro para dar un paseíto, disfrutar de la belleza de los diversos árboles, lar ardillas y alguna que otra exposición de arte. Te recomendamos desconectar un poco y echarle un ojo a las flores, las estatuas y las fuentes que te están esperando aquí para que te sientes y te tomes una cerveza al aire libre.
Dato importante: En Eslovenia es legal beber en la vía pública, es decir, si quieres, puedes beberte una botella de vino y nadie te va a decir nada, pero tienes que recoger la basura que generes tras de ti. Los eslovenos aprecian mucho la limpieza y aunque hagan un botellón, las calles quedan limpias porque cada uno recoge sus desechos.
5 – Cuatro monumentos del arquitecto Jože Plečnik
Plečnik (pronunciado como Plechnik) es el arquitecto nacional de Eslovenia, por eso le hemos dedicado una sección a parte con 4 monumentos suyos que no puedes perderte. Consiguió hacer que la arquitectura eslovena se diferenciase de la germánica del Imperio austrohúngaro dominante a finales del siglo XIX. No olvides visitar:
El mercado central de Liubliana (Osrednja ljubljanska tržnica)
Diseñado entre 1931 y 1939, el edificio del mercado se extiende a orillas del río entre el Puente Triple y el Puente de los Dragones, al lado derecho de la curva del río Ljubljanica (pronunciado como Liubliánitsa)
El Puente triple (tromostovje)
Si el Puente de los Zapateros era conocido en la Edad Media como Puente Alto, a este le llamaban Puente Bajo. Antaño no se rompían mucho la cabeza con los nombres. El puente, que ya había sido inaugurado en 1842, fue reestructurado por Plečnik en 1929 con esta forma tan singular que tiene hoy en día. Son tres puentes en uno justo en la curva que hace el río Ljubljanica.
El Puente de los Zapateros (Čevljarski most)
Ya desde el siglo XIV se tiene constancia de que había ahí un puente de madera al que llamaban Zgornji most o Puente Alto. Hoy en día se le conoce como el puente de los Zapateros por el oficio que tenían las familias que se encontraban al cruzar el río, pero esto no fue siempre así. En la Edad Media bien podría haberse llamado el Puente de los Carniceros. El emperador de aquella época reubicó a los carniceros lejos del río por el mal olor que generaba la carne podrida. Los zapateros no generaban tanta peste. El puente que vemos hoy se diseñó en 1931 por Plečnik.
Plaza de Prešeren
Aquí lo que es importante no es quién construyó qué, sino la historia romántica que se esconde tras esta plaza. Prešeren es el poeta que escribió en la primera mitad del siglo XIX la letra de lo que hoy es el himno nacional esloveno. El héroe nacional se encuentra representado con una musa a los pies y mirando fijamente a la ventana de Julia, su amada no correspondida. Si trazamos una línea recta que se proyecte desde su mirada, llegaremos a lo que fue una vez la ventana de esta mujer. La escultura de Prešeren la diseñó Ivan Zajec, el pedestal Max Fabiani, pero la idea de que la estatua estuviera ahí junto al Puente Triple fue, otra vez, de Plečnik.
Río Ljubljanica, Iglesia de la Anunciación, Plaza de Prešeren y Puente Triple
6 – Iglesia Franciscana
Es uno de los monumentos barrocos más importantes de la ciudad, con una fachada rosa muy singular que le da ese toque característico al centro de Liubliana. La apariencia que tiene hoy en día ya la tenía a finales del siglo XVII
7 – Iglesia de San Nicolás
Si bien no destaca tanto visualmente como la Iglesia de la Anunciación, es interesante visitar su interior y los portones con relieves que narran la historia eslovena.
8 – Plaza de la República (Trg republike)
Cuando llegamos a esta plaza lo primero que sentimos es que somos hormiguitas, que todo es muy grande, muy típico de la arquitectura en las plazas de estilo comunista. Los dos edificios están situados donde se encontraban las columnas que daban la bienvenida a la ciudad romana de Emona, o sea, de Ljubljana. En esta plaza fue donde se declaró la independencia de Eslovenia el 26 de junio de 1991.
9 – El rascacielos (Neboticnik)
Como ya dijimos en el post sobre las 10 cosas que ver en Eslovenia, es obligada la visita del rascacielos de Liubliana para tener una vista panorámica de la ciudad, tomarse un cafelito y hacerse fotos de influencer.
10 – Los bares del río
Para finalizar el artículo sobre qué ver en Liubliana recomendamos terminar un día de turismo agotador y culturización, con una cervecita, vino o lo que queráis en los bares que están junto al río, al cruzar el Puente Triple.
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