Shanghai: Aeropuerto, Aduana y Visado

Acabas de aterrizar en el aeropuerto de Shanghai. ¡Qué emoción! Toda una ciudad nueva para descubrir, y seguro que mis artículos anteriores ya te han abierto el apetito explorador. Las ruedas del avión acaban de tocar la pista de aterrizaje y alrededor tuyo puedes escuchar cómo los teléfonos móviles empiezan a cobrar vida y recibir mensajes. Excepto el tuyo, por supuesto. Con la desaparición del Roaming en Europa es fácil olvidarse de que existía. En China existe, y pocos datos mal usados desde aquí pueden suponer un problema en el bolsillo.

El avión ya se ha parado en el “finger”, el pasillo móvil que te lleva a la terminal, y todo el mundo se pone de pie instantáneamente. ¡Que prisas! ¡Si ni siquiera han abierto la puerta aún! Prepárate, algo que deberías saber acerca de los chinos (sin ánimo de generalizar, pero siendo un poco objetivo con lo que aquí se vive) es que son bastante impacientes en este tipo de situaciones. Todos van a querer salir el primero.

Vista de la Terminal 2 del Aeropuerto de Shanghai Pudong

Por fin, ya estás dentro de la terminal del Aeropuerto de Shanghai Pudong, preguntándote por qué la gente se para quieta en la cinta transportadora haciendo barrera y sin dejar pasar (de nuevo, welcome to china). Lo que ves en la terminal te resulta familiar. Tiendas de souvenirs, Starbucks, casas de cambio de moneda (EVITAR A TODA COSTA EN EL AEROPUERTO, excepto para una pequeña cantidad «de supervivencia»). Vas siguiendo los letreros de “Baggage” para recoger tu equipaje, pero aún hay unos cuantos pasos que te separan de tu maleta.

WELCOME TO CHINA… CUSTOMS

Al ser yo residente en China, y también al cambiar los procedimientos cuando menos te lo esperas, te recomiendo que no te tomes al pie de la letra lo que te voy a describir, porque puede que cuando tu estés en el aeropuerto, el procedimiento para ti sea diferente por tu condición de turista, o porque hayan cambiado las reglas.

Bienvenido/a al hall de la aduana del aeropuerto de Shanghai. Lo primero que vas a encontrar van a ser unas máquinas automáticas que te pedirán que insertes tu pasaporte, y que te tomarán las huellas dactilares en un baile de dedos detalladamente explicado en castellano (si tu pasaporte es de un país hispanohablante).

Mostradores te recogida de huellas dactilares. Foto por @rebeccaludavis

Al final, la máquina te expedirá un ticket que en mi caso siempre ha sido un “YES” o “OK”, y supongo que en el tuyo lo será también, a no ser que estés en busca y captura. No sé realmente cuál es la función de esta máquina, ni qué otras opciones de resultado hay (espero no saberlo).

¿TIENES FIEBRE?

El siguiente paso será pasar por un arco, como los de detección de metales, que te tomará la temperatura cuando lo cruces. ¡Sí, como lo oyes! Nada les gusta menos a los chinos que alguien entrando a su país con un “resfriado exótico especial”. Comprensible, por otra parte.

Pasado este arco, te encontrarás con una de tus cosas favoritas. Una cola en zig-zag, habitualmente larga y lenta, que lleva hasta los mostradores de la aduana donde hombres y mujeres uniformados con cara (generalmente) de pocos amigos revisarán que hayas venido con todos los papeles en regla.

Los mostradores de la aduana. JAMÁS los verás así. Añade al menos 200 personas.

Antes de entrar en esta entretenidísima cola, dos cosas: Uno, asegúrate de que lo haces por la cola para extranjeros (“foreigners”); y dos, comprueba que tienes el papelito amarillo rellenado.

EL “PAPELITO AMARILLO”

Quizás te lo habrán dado en el avión, pero si no lo han hecho (por ejemplo, si estabas durmiendo), lo puedes coger en un mostrador justo al empezar la cola. En caso contrario, si al llegar enfrente del mostrador te das cuenta de que no lo tienes rellenado, el personal de la aduana te echará para atrás (sí, yo he olvidado el papelito a veces). Por suerte, no atrás de la cola. Atrás a un rinconcito donde podrás rellenar avergonzado/a y deprisa y corriendo tu papel para volver directamente al mostrador de aduanas detrás de dos o tres personas.

Se compone de dos partes: La “Arrival Card” (tarjeta de llegada) y la “Departure Card” (tarjeta de salida). La de llegada se la quedará el oficial de la aduana. La de salida la debes guardar hasta el final de tu viaje, como te especifica en su parte inferior: “Retenga esta tarjeta en su posesión. De lo contrario, se podría retrasar su salida de China”.

No te preocupes, “se podría retrasar su salida de China” no significa “te haremos un juicio sumarísimo por perder tu Departure Card”. Simplemente se refiere a que, al estar de regreso en el aeropuerto al final de tu viaje, tendrás que coger una en blanco y volverla a rellenar, y podrías perder tu vuelo si te viene de un minuto.

Con el papelito rellenado, avanzarás hacia delante de un oficial de aduanas que te lo pedirá, junto con el ticket de la primera máquina y tu pasaporte. ¿Qué va a hacer? Ir directamente a buscar tu visado.

Porque… ¿Tienes un visado, verdad?

VISADOS PARA CHINA

Si tu respuesta a la anterior pregunta ha sido “No”, o bien eres alguien que va a aplicar a un visado de tránsito, y a estar menos de 72 horas SIN SALIR DE LA CIUDAD DE SHANGHAI antes de coger otro vuelo desde el aeropuerto hacia fuera de China, o estás metido en un lío.

¿NECESITO VISADO PARA ENTRAR A CHINA? ¿CÓMO OBTENGO UN VISADO CHINO?

Para entrar a China se necesita, en la gran mayoría de casos, un visado, que se tiene que pedir con antelación, muy preferiblemente en la embajada o consulado de China de tu país de residencia. Hacerlo en un consulado chino de otro país (sin ser residente) es posible, pero va a hacer que los empleados consulares levanten las cejas sorprendidos y te pregunten el por qué lo has hecho así (yo lo hice una vez en Hong Kong). También se pueden hacer los trámites por correo.

¿QUÉ VISADO NECESITO?

EL VISADO DE TURISTA

Atención: Turra.

Si eres turista, tu visado es el visado L. Lo que necesitas no es demasiado complicado. Generalmente:

• Pasaporte con más de 6 meses de vigencia.
• Fotocopia de la página de datos del pasaporte.
• Formulario de solicitud de visado rellenado.
• Foto de carnet, con cabeza descubierta, sin gafas u otros elementos.
• Original y fotocopia de visados chinos anteriores, si se tienen.
• Para los menores, Libro de familia y autorización firmada por los padres.
• En caso de estar desempleado, prueba de saldo bancario con mínimo 1.000 euros, o 100 euros por cada día de estancia en china en caso de que el número sea mayor.

Aún hay más. Lo más probable es que estés viajando solo. En este caso, también tienes que aportar:

• El billete de avión de ida y de vuelta.
• Reserva de hotel que cubra al menos la mitad de la estancia

Si visitas a un amigo chino residente en China:

• El billete de avión de ida y vuelta
• Una carta de invitación del invitante con:
  • Nombre completo del invitado
  • Número de Pasaporte del invitado
  • Fecha de Nacimiento del invitado
  • Fecha de llegada y salida
  • Lugares que se visitarán
  • Relación entre invitante e invitado
  • Nombre completo del invitante
  • Número de Pasaporte del invitante
  • Fecha de Nacimiento del Invitante
• Fotocopia del Carnet de Identidad Chino del invitante.

Si visitas a un amigo extranjero residente en China:

• Lo anterior, pero sustituyendo la Fotocopia del Carnet de identidad Chino por una fotocopia del Certificado de Empadronamiento Chino o del contrato de alquiler en vigor del invitante.

Y por supuesto, la tarifa de expedición del visado. Actualmente (2019) de 126.55 Euros para la tramitación ordinaria, que tarda, normalmente, una semana.

OTROS VISADOS

Los otros tipos de visados que puedes encontrar son:

• F: Para invitaciones a China por intercambios sin ánimo de lucro y otras actividades.
• M: Para actividades de comercio o negocios
• Q1: Familiares de ciudadano chino, o de extranjero con residencia PERMANENTE en China (cónyuges, padres, hijos. Nuera, yerno, hermanos, abuelos, nietos y suegros), que van a residir en China a largo plazo (más de 180 días)
• Q2: Familiares de ciudadano chino, o de extranjero con residencia PERMANENTE en China que van a visitar China (menos de 180 días)
• S1: Parientes (cónyuges, padres, hijos menores de edad, y suegros) que visitan a extranjeros que trabajan o estudian en China a largo plazo, para estancias de más de 180 días.
• S2: Familiares o amigos de extranjeros que trabajan o estudian en China, para menos de 180 días.
• Z: Trabajo o espectáculo comercial.
• G: Para viajeros en tránsito a terceros países.
• C: Para tripulaciones de medios de transporte internacionales.
• X1: Visado de estudios para más de 180 días.
• X2: Visado de estudios para menos de 180 días.
• R: Talento introducido autorizado por China.
• J1: Periodistas, más de 180 días
• J2: Periodistas, menos de 180 días.
• D: Residencia permanente concedida por el gobierno chino.

Ahora que ya eres un experto/a en los visados chinos y cómo obtenerlos, después de este párrafo tan ameno (pero espero que útil), ya está todo listo para que te enfrentes cara a cara con el último paso entre tú y tu maleta: el oficial de aduanas.

CRUZAR LA ADUANA

El oficial de aduanas es un personaje serio que se alimenta de papeles y visados en regla. Si le das esto, estará contento y no morderá. No interactúa demasiado, le basta con un “Good morning/afternoon/night” y una sonrisa por si las moscas, por si te tiene que pasar por alto que la tinta con la que has escrito tus datos en el papelito amarillo no es la correcta, por ejemplo.

Tomará tu pasaporte, te mirará un par de veces o tres, te hará mirar a una cámara, y te invitará a que hagas otra vez el baile de huellas dactilares. Tras unos segundos de silencio incómodo, escucharás el reconfortante sonido de un sello contra tu pasaporte. Lo has hecho todo perfecto. Ahora sí, ¡Bienvenido/a a China!

RECOGER LA MALETA Y… ¡COMIENZA LA AVENTURA!

Con todas estas colas y papeleos, la ventaja es que, al llegar a recoger la maleta, rara vez vas a tener que esperar al lado de la cinta. Cuando tu equipaje aparezca, para salir de la zona de recogida, quizás algún empleado te pida que le enseñes que el código de la maleta corresponde con el de la etiqueta que te habrán puesto en el billete en el aeropuerto de origen.

Superado esto, además, tendrás que pasar la maleta por un escáner. Habitúate, y si llevas un equipaje pesado, ves ejercitando los brazos, porque vas a cruzar varios de estos en tu camino a la ciudad. Pero no te preocupes, siempre que no lleves un filete de carne crudo en el equipaje, o una especie de planta invasora, pocas veces te van a dar problemas. POR SUPUESTÍSIMO, nada de drogas u otras cosas ilegales. Este es un tema muy serio en China, y te puede meter en un lío del tamaño de la Gran Muralla. Pero para otras cosas, personalmente, yo he traído sin problema muchos “elementos de supervivencia” desde España que me hacían dudar: queso curado, aceite, sobrasada, o la base de mi dieta, la Salsa Espinaler para los berberechos del vermut.

Algunos sustentos básicos que pasaron sin problema la aduana tras uno de mis viajes a España.

Ya vuelves a tener la maleta en tus manos, y llegados a este punto sólo te queda caminar hacia la puerta, enfrentarte al muro de personas con carteles con nombres y logos de empresas, y mirar al frente, dando tus primeros pasos en esta ciudad que se abre delante de ti.

Pudong, el aeropuerto al que probablemente hayas llegado, está a más de 30 kilómetros en línea recta del centro de Shanghai. En el siguiente artículo, te explicaré si puedes confiar en esas amables personas que te gritarán “¡Hello! ¡Taxi!” a cada paso que des por la terminal, y, en definitiva, cuáles son tus opciones para llegar desde el aeropuerto hasta tu lugar en la ciudad.

¡Nos vemos pronto!