Tetuán, conocida como la Paloma Blanca, es una de las ciudades de gran renombre en época del protectorado de Marruecos ya que fue su capital en territorio español. Su Medina es patrimonio de la UNESCO y una mezcla de diferentes influencias culturales marcan su historia, aunque la parte del Ensanche muestra el pasado de Protectorado en el que vivió Marruecos.
Tetuán, con aprecio personal
Es una de las ciudades que más aprecio, ya que, mi abuelo estuvo durante un año ahí. Siempre me hablaba de sus rutinas en aquella ciudad, aunque no conseguía localizar los lugares que frecuentó. Descubrí que Río Martín, cuya zona se refería mi abuelo, es la parte de la ciudad costera situada en la desembocadura de este río, conocida como Martil. Se puede visitar desde Tetuán ciudad, a unos 10 kilómetros de ésta. Hasta el siglo XVIII fue uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, a día de hoy es un puerto pesquero.
Esta ciudad, cuyo nombre proviene el bereber «Tittawin», «los ojos», tiene una población de unos 550.000 aproximadamente y su apodo, viste de blanco la mayoría de la ciudad.
¿Y tú, tienes algo que te una al Marruecos de principios del siglo XX?
Ciudad Rifeña, Tetuán
Así pues, esta ciudad rifeña: Tetuán, la Paloma Blanca, puede aportarnos un turismo y viaje de interior así como de paseos marítimos y algún chapuzón refrescante. Forma parte de la región Tetuán-Tánger-Alhucemas, estando entonces, cerca de Tánger (entre 50 y 60 minutos -70 km-) y Ceuta (50 minutos -40 km-), así como de la ciudad sobre la que escribí la semana pasada: Chefchaouen. Desde Tetuán, podemos tardar entre una hora y media o dos, depende del bus o transporte que escojas. En definitiva, es otra de las ciudades que podemos incluir en la ruta que hagamos por el norte de este país.
Para ubicarnos históricamente un poco, Tetuán fue capital del “Marruecos Español” durante el protectorado (1912-1956/58). Es por ello que paseando por esta ciudad podrás observar carteles en los que se puede leer la información tanto en árabe como en español. Mucha gente tetuaní entiende el español e intenta comunicarse contigo en este mismo idioma. En época del protectorado, el territorio español se divisaba en el norte del país, mientras que, del centro al sur, formaba parte de Francia. (Puedes obtener más información sobre este hecho histórico “aquí”).
La Medina de la Paloma Blanca
La Medina de la ciudad de Tetuán, la Paloma Blanca, es Patrimonio de la Humanidad y se puede acceder a ella por una de sus siete puertas, u ocho, si se cuenta la puerta que recientemente se ha construido al lado del Palacio Real.
¿Cómo llegamos a la Medina?
Si llegas en autobús, para llegar a la Medina, desde la estación de bus CTM, te llevará en dos minutos un petit taxi hasta el Ensanche o caminando 10 minutos, tras subir un “zig-zag” de escaleras y algunas calles cuesta arriba. Posiblemente llegues a una rotonda céntrica, es la Plaza de Mulay Mehdi, donde se encuentra la parte moderna de la ciudad. Una de sus calles radiales es peatonal y recibe el nombre de Mohamed V, es la que debes coger para llegar, pasando por el edificio Fénix, hasta una gran plaza llamada Plaza de Hassan II, previa entrada al Palacio Real, (a la cual no se puede acceder) y visualizar así, una de las puertas de la Medina. Es muy probable que no te dejen ni fotografiar la plaza del Palacio Real. Hasta día de hoy no he conseguido una foto decente de este lugar.
La calle peatonal que he nombrado, está llena de cafés y bares. Si te asomas por algunas calles perpendiculares hay algunas pastelerías con auténticos dulces marroquíes que merece la pena probar junto con un té de hierbabuena. Como en la mayoría de ciudades marroquíes, por muy pocos dírhams, puedes dar un dulce placer al paladar: 2 o 3 dírhams.
En la Medina
Volviendo al interés principal de este apartado, una vez accedas a la Medina, siéntete libre de pasear y curiosear por la Medina, conocer los pequeños zocos y ver perfectamente los gremios de diferentes callejuelas: repostería marroquí, costura, joyería, e incluso sus curtidores (que están a punto de desaparecer). En una Medina marroquí, siempre es mejor con guía, si vas por libre, asegúrate de saber hacia dónde te diriges, aunque la hospitalidad de su gente te ayudará a salir de ahí, o seguir encontrándote con tesoros culturales.
El Ensanche de Tetuán
El Ensanche es la parte más moderna de la ciudad de Tetuán, la Paloma Blanca. Se inicia en el Barrio de Málaga y podemos encontrar muchos rincones, edificios y marcas históricas que el Protectorado Español dejó en su pasado, no tan sólo a nivel político sino también social, fue lugar de migrantes españoles llegados en la época, (¡qué giro da la historia!, ¿no?).
La Medina, es la huella del auténtico Tetuán, y el Ensanche representa una pieza urbana completamente diferente a lo que se podía observar en esta ciudad. Paseando por entre sus calles, haciendo la ruta en sentido contrario, desde el Palacio Real en la Plaza de Hassan II, podemos adentrarnos hacia las diferentes direcciones que las calles nos ofrecen para visitar: el Barrio de Málaga, el cementerio español, el teatro español, el Colegio Español de Jacinto Benavente, entre otros emblemáticos lugares.
Desde la Plaza Mulay Mehdi, de la que anteriormente hablé, hay una Iglesia (Nuestra Señora de las Victorias -1919-), mirándola de frente y cogiendo la calle de la derecha, marcando así un ángulo de 90 grados (más o menos), nos lleva a una nueva y preciosa plaza: el Parque Jamadi. Este parque rememora en su diseño y construcción la plaza del Feddan (destruida para construir la Plaza de Hassan II. Leer más sobre este hecho). En ella, podemos contemplar la Medina desde fuera y su particular encanto. Se puede observar desde fuera el blanco que caracteriza sus viviendas y a lo alto, la muralla.
¿En grand taxí o autobús hasta Tetuán, la Paloma Blanca?
Llegar hasta la Paloma Blanca del norte de Marruecos sigue un poco las indicaciones que en otras entradas he nombrado en localidades de esta parte del país. ¿Mejor en grand taxí o en bus? Usando el grand taxí, te adentrarás en un transporte típico del lugar (pueden ir en él hasta 6 pasajeros en los modelos antiguos). Otra opción es ir en coche o en autocar, recomiendo de nuevo la compañía CTM, la que además tiene una sede en Tetuán en la que puedes conectarte fácilmente al wifi desde ahí. En esta zona del país, no hay conexiones ferroviarias. Éstas se localizan por la costa atlántica de Marruecos o centro.
¿Qué nos puede costar el billete de autobús?
El coste de un billete de autobús, por ejemplo, puede oscilar en los siguientes precios:
- Tánger – Tetuán: 25 DH (unos 2 euros y medio)
- Chefchaouen – Tetuán: 25 DH.
- Tetuán – Fez: 100 DH (unos 10 euros)
- Tetuán – Casablanca: entre 100 a 180 DH (entre 10 y 20 euros)
¿Qué nos puede costar un grand taxí?
Si queréis coger un grand taxi, la clave está que en el precio vaya acorde con el trayecto y con lo que el taxista ganaría si las plazas estuvieras llenas. De Tánger a Tetuán o de Tetuán a Chefchaouen el asiento está a unos 30 DH más o menos. Por rutas de media hora o tres cuartos de hora he pagado unos 200 DH regateando. Por rutas de 2 horas, es posible que el precio sea de 400 DH y, me he documentado para trayectos de 3 horas y es de unos 600 DH.
Hasta aquí y cosas básicas sobre un viaje a Tetuán
Hasta aquí mi resumen sobre un viaje a Tetuán, la Paloma Blanca. Aunque me gustaría hacer unos apuntes básicos. Las visitas a este lugar suelen ser de un día o día y medio, como siempre, depende de lo que pretendas hacer en el lugar. En cuanto al alojamiento, puedes encontrar hoteles y los típicos Riads. En mi última visita, no sabía muy bien qué ruta haría. Al final decidí quedarme una noche en la ciudad y encontré habitación en el Hotel Atenas, había otras opciones con otros modelos de hospedaje, en esta opción escogida estuve muy bien e incluían desayuno típico y muy completo. La zona más turística y de hoteles es la zona de Martil, de la que hablé en la introducción. A pesar de ello, en la ciudad, puedes encontrar variedad de alojamiento.
Sí o sí en Tetuán
Lo que no puedes perderte sin duda es: comer un auténtico bocata tetuaní con patatas fritas incluidas en su interior, meterte en restaurantes locales típicos mientras disfrutas sus diferentes sabores, probar dátiles por la Medina, entre otros encantos.
Aprovecha al máximo la esencia que podrás descubrir: hay poco turismo y es muy fácil sentir la vida típica del lugar. Déjate perder por uno de sus barrios: Tranqt, Blad, Aaiun, Suica y Mellah (barrio judío) y encuentra por ti mism@ enclaves históricos que te transporten al pasado.
P.D: viaja, comparte, respeta, observa y sin juzgar, aprende. Próximamente, aire feminista en este mes de noviembre, ¡atent@s!
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[…] por fin, un día, decides visitar Marruecos (Chefchaouen, Tetuán, ¡el desierto! y todos sus rincones), y justamente cae durante el mes de Ramadán, encontraras un […]