Si buscas qué ver en Bruselas, ¡este artículo es el indicado! Te contaremos todo sobre el Manneken Pis y su historia.
Porque la belleza depende de los ojos que la miran, aquí encontrarás toda la información que necesitas para disfrutar al máximo tu visita.
La primera vez que escuché acerca de este personaje, un océano me separaba de Bélgica y no tenía idea de quién se trataba. Solo vi un figurín de chocolate y su propietaria me preguntó si lo conocía y si quería probarlo: no llegué a esbozar una respuesta que ya estaba siendo degustado con placer por esa persona. Y sí, era chocolate belga y en forma de Manneken Pis, claro ( significa pequeño hombre haciendo pis ). Recién cuando conocí Bélgica y probé su chocolate, entendí porqué era imposible compartir: era un pedacito de la esencia de Bélgica en su mejor y más dulce versión.
Pasaron unos años y, recién llegada a Bruselas, quise conocer a tan famoso hombrecillo. Debo decir que era tan pequeñito y había tanta gente alrededor, que me costó localizarlo y no comprendía muy bien por qué tanta atención y turistas, si de camino había pasado estatuas tanto más imponentes que esa.
Tal vez te preguntes: ¿merece la pena verlo? Mi respuesta es que ¡Sí! No por nada es el segundo lugar turístico más visitado en Bruselas, después de la Grand Place. Aquí está el truco: conocer todo sobre el pequeño, su historia y su leyenda. Después de haber vivido más de 5 años en Bélgica, no tengo dudas. Esa estatua pequeñita es especial. Y, para ahorrarles tiempo y regalarles disfrute cuando vayan a conocerla, les contaré todo de su magia e interesante recorrido.
Dónde encontrarlo
Ubicado en la rue de l’Etuve 46, Bruselas (1000) -justo en la intersección con la rue du Chêne-, es fácil de reconocer el lugar, debido a la multitud que siempre viste esa esquina. Si bien la estatua es de tamaño pequeño (55.5 cms) y la cantidad de gente amedrenta un poco, la espera para poder posar con el pequeñito de fondo, no toma más que unos pocos minutos y, en general, es bastante organizada.
Desde la estación Central (Gare Central), se accede fácilmente caminando (600 mts.)
Un tip: en las cercanías del Manneken Pis, se encuentran las mejores wafleras o gofreras de Bruselas. Vale la pena aprovechar el momento para degustar una de las delicias que ofrece la ciudad. ¿Cuál es la mejor? Les toca a ustedes decidir. Afortunadamente, la mayoría de los locales cuenta con muestras de los wafles/gofres ya preparados con las distintas combinaciones de frutas, cremas y otros dulces, facilitando la elección, según el paladar de cada uno.
Magia y misterios en la historia del Manneken Pis
Si bien hay muchos relatos sobre su origen, seleccioné los que más escuché en boca de los locales:
La versión mágica
Cuenta que una hechicera un tanto malvada, encontró al niñito haciendo pis en su puerta y, enfadada por la travesura, le lanzó una maldición para que, convertido en piedra, continuará en esa acción por la eternidad. Afortunadamente para el infante, pasaba por allí un mago blanco, quien intercambió al verdadero niño por una estatua hecha a su semejanza, librándose de ese terrible destino.
La versión heroica
Nos lleva a una Bruselas tomada por rebeldes, quienes deciden incendiar la ciudad encendiendo una mecha antes de partir. En ese momento, un niñito que caminaba por la calle de l’Etuve, se encuentra con la mecha encendida y, sin agua al alcance de la mano, decide neutralizar sin más, con su célebre gesto. La hazaña toma rápidamente estado público y la gente de Bruselas decide erigir una estatua en su honor, replicando el acto heroico.
La versión histórica
La leyenda comenzó en 1142, con el nacimiento de Godefroid III, duque de Lotharingie. Su padre, Godefroid II, murió poco después, desencadenando una rebelión provocada por dos vasallos. Las tropas fieles al duque, se replegaban cada vez más y, sin más recursos, llevaron al niño heredero al campo de batalla y colgaron su cuna de un árbol de roble, como incentivo. Y funcionó. Cuando vieron al pequeño niño parado en la cuna, haciendo pis sobre el campo de batalla, de alguna manera recobraron las fuerzas y lograron vencer a los rebeldes. Así fue que se realizó la estatuilla, en conmemoración a tan peculiar momento. Y el roble del que pendió la cuna del pequeño noble durante la batalla, fue trasplantado en la que ahora se conoce como la calle del roble (Rue du Chêne).
La versión más popular
Tiene como protagonistas a un burgués y a su pequeño hijito, quien se pierde en medio de una multitud. El padre lo busca desesperadamente por 5 días, hasta que lo encuentra en una esquina, en el preciso momento en que el niño aliviaba su vejiga. Feliz, el hombre decide mandar a colocar la estatua de su retoño en esa esquina, a modo de celebración.
La historia de la estatua del Manneken Pis
Más allá de la leyenda, lo cierto es que la primera mención que encontramos, fue en un texto administrativo del año 1451, mientras que los primeros bosquejos de esta primer obra fueron encontrados en un diseño de Denis Van Aasloot, representando el Festival del Ommegang de 1615.
Esta primera estatua fue reemplazada por la creada en 1619 por Duquesnoy El Viejo, un escultor muy reconocido en esa época en Bruselas. Podríamos decir que la historia del Manneken Pis, es la historia de esta tierra, incluso, antes de llamarse Bélgica. Presenció el bombardeo de Bruselas de 1695 por el ejército francés, episodio del que milagrosamente salió ileso. Y sin embargo, le marcó el camino que lo llevaría a convertirse en el símbolo que es hasta la actualidad. Luego del bombardeo, un texto bíblico en latín fue colocado por encima de su cabeza. En español, rezaba algo como: “El Señor me elevó a un pedestal de piedra y ahora, yo levanto mi cabeza por encima de mis enemigos”
La Resistencia
A lo largo de su historia, el Manneken Pis debió resistir cuantiosos embates, robos e intentos de robo.
El primer intento es adjudicable a un grupo de soldados franceses, en 1747. Lo que provocó que el mismísimo rey de Francia, Luis XV, tomara cartas en el asunto. Fue así que ofreció, como bálsamo a tal ofensa, un traje de caballero al Manneken Pis, autorizándolo a portar la espada y la condecoración de la Cruz de San Luis.
A esto, le sucedió un robo y una caída que resultó en una fractura en 11 pedazos, por lo que debió ser reparado por un soldador especialista en 1817. Y dos intentos de robo en 1955 y 1957, una desaparición en 1965 y su posterior recuperación en 1966, en el canal de Charleroi. Restaurada nuevamente, fue desplazada por una copia idéntica, mientras que la estatua original, permanece celosamente resguardada en el Musée de la Ville de Bruxelles.
La copia, en tanto, sigue sufriendo de tanto en tanto, los ataques del hampa y los incivilizados, desafortunadamente. Pero resiste con hidalguía cada uno de ellos, demostrando a través de los siglos las características que más se aprecian e identifican a Bruselas (y a Bélgica, por extensión). Porque a pesar de ser un país pequeño, es ejemplo de resistencia, rebelión, independencia de espíritu, humor, espontaneidad, irreverencia y resiliencia.
Su familia
El manneken Pis se ha convertido en un símbolo de Bruselas, a la par de la Grand Place y del Atomium, pero no está solo:
Paseando por las callecitas de Bruselas, nos podemos encontrar con su contraparte femenina: La Jeanneke Pis. Cómodamente instalada en la calle Impasse de la Fidélité 10-12, en Bruselas, a unos pasos del ponderado bar Delirium Café. Y no podía faltar el Zinneke Pis, un perrito que hace de las suyas en la Rue des Chartreux 35, también en Bruselas.
La moda y el Manneken Pis
Pues bien, como toda celebridad, el Manneken Pis, tiene su propio guardarropa, que cuenta con más de 1000 atuendos ya lucidos. En promedio, el pequeño luce 130 trajes diferentes cada año, y cada uno tiene un significado, claro. Se puede visitar el guardarropa del Manneken Pis en la Rue des Chartreux 35 (a metros de la estatua). La entrada vale 4€, salvo el primer domingo de cada mes, que la entrada es gratuita.
400 velitas y sorpresas
¡El Manneken Pis cumple 400 años en 2019 y se festeja!
Como primer medida, saldrá a la venta una moneda conmemorativa en la que se lee “ 400 ans Manneken Pis”, de edición limitada, no será de curso legal, su valor nominal es de 2.5 € y su precio es de 10 €. Lo pueden conseguir aquí:
https://www.herdenkingsmunten.be/piece-de-25-euros-belgique-2019-400-ans-manneken-pis-bu-dans-une-coincard-fr/fr/product/10217/
También, un número de la colección Studia des Musées et Archives de la Ville de Bruxelles, será dedicado al origen de la escultura y el contexto que la vio nacer, gracias al aporte de historiadores del arte y otros especialistas en el tema.
Para los mas aventureros, del 29 de noviembre de 2019 al 5 de enero de 2020, habrá una búsqueda del tesoro mediante una app de geolocalización. Tendrá lugar dentro del recorrido del mercado navideño de Bruselas “Plaisirs d’Hiver”.Como era de esperar, el premio para el ganador será una esfinge del Manneken Pis.
El musée de la Ville se sumará a la celebración, con una exposición especialmente preparada para la ocasión, en la sala habitualmente dedicada al Manneken Pis.
Atracciones cercanas
Grand Place (a 259 mts.)
Sin duda, una de las plazas más bonitas de Europa. El espectáculo de luces y música a fin de año es espectacular e inolvidable. La próxima edición se llevará a cabo entre el 29 de noviembre de 2019 y el 05 de enero 2020.
Estatua de t’Serclaes (a 221 mts)
En una de las calles adyacentes a la Grand Place, se encuentra la estatua de Éverard t’Serclaes. Personaje de la historia belga, cuya participación en la guerra de Sucesión del Ducado de Bravant en 1356, fue fundamental para la liberación de la ciudad. Y actualmente, existe la tradición popular de que, al tocar su estatua, concede suerte y bienestar a quienes lo hacen.
Musée de la Ville de Bruxelles (a 400 mts)
Museo dedicado al patrimonio histórico y cultural de la ciudad de Bruselas. Está abierto al público de martes a domingo de 10 a 17 hs. La entrada tiene un precio de 8 € y permite la entrada al guardarropa del Manneken Pis.
Galerías Royales Saint- Hubert (a 418 mts)
De las primeras galerías comerciales de Europa, construida en 1847; conserva todo su esplendor y belleza. Bajo sus arcos vidriados, se pueden encontrar diversos comercios, como chocolaterías y joyerías, pero también un cine y cafeterías. Especial para refugiarse durante las lluvias pasajeras, habituales en estas latitudes.
Delirium Café (a 600 mts.)
Si bien el nombre hace mención al café, es EL bar donde tomar cervezas en Bruselas (y probablemente, en el mundo). Tan es así, que ostenta desde el año 2004, el Récord Guiness al bar que ofrece más variedades de cerveza (casualmente, 2004). Como es de imaginar, hay para todos los gustos, pero en caso de ser turista, recomiendo la variedad lambic, cuya particularidad es que su elaboración es con levadura que solo crece en el valle del río Senna. Las cervezas trapenses son también dignas de prueba (trappiste, en francés), elaboradas tradicionalmente en monasterios y abadías de Bélgica. Para quienes disfrutan de combinaciones más exóticas: hay cervezas de chocolate, coco, mango, speculoos y la lista sigue…
Jeanneke Pis (a 600 mts.)
La versión femenina del Manneken Pis, hay quienes dicen que es la hermana y otros, aseguran que es la novia. Eso sí, es más joven: su aparición se remonta a 1985. De tamaño pequeño, mide 50 cms. Se encuentra a pocos pasos del Delirium Café, pero recomendaría visitarla antes del bar, por razones obvias.
Zinneke Pis (a 750 mts.)
La representación perruna de la triada, queda más alejado, pero conviene pasar por allí, de camino al restaurante de comida típica belga, Fin de Siècle.
Restaurant Fin de siécle (650 mts) :
Restaurante de comidas belgas, muy recomendado. Ubicado en la rue des Chartreux 9, Bruselas. Todo es delicioso. Un plato simple, pero con mucha alma belga, es el Stoemp avec saucisses de campagne (puré de patatas con zanahorias y otros vegetales, acompañado con salchichas de campo). Atención porque hay dos restaurantes con nombres parecidos, pero no son iguales.
Eglise Notre-Dame de Bon Secours Bruxelles (a 170 mts)
Es una iglesia que data del siglo XII, típica construcción de la época, como centro religioso cercano a las instituciones gubernamentales de la época.
Garderobe Manneken Pis (a 120 mts)
Es la muestra de las vestimentas del Manneken Pis a lo largo de su historia. No solo muestra los cambios en la moda según los años. También se encuentran diseños que dieron visibilidad a temas sociales, celebraciones u homenajes. Por ejemplo, vistió el traje de los Red Knights, en homenaje a los bomberos y Red Knights que socorrieron a la gente luego de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos (ver foto).
La Fleur en Papier Doré (a 300 mts)
Este bar no es tan concurrido por los turistas, pero lo recomiendo enfáticamente. De una atmósfera muy tranquila y cálida, sus paredes relatan su historia. Fundado en 1944, fue sitio de reunión de los grandes artistas representantes del surrealismo belga del siglo XX. Entre los más reconocidos, podemos mencionar a René Magritte, Marcel Mariën, Marcel Lecomte, Louis Scutenaire e Irène Hamoir, quienes ofrecían sus diseños a otros afortunados clientes, a cambio de bebidas.
¡Espero que les guste y sirva!
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1 comment
[…] También en la Grand Place, encontrarán un árbol navideño de 22 metros de alto y de aproximadamente 60 años, gentilmente cedido por la comuna de Stavelot a la comuna de Bruselas. Para este año, se utilizaron 140 bolas rojas, 1 kilometro y medio de guirnaldas, 120 bolas de los colores de la bandera belga y 50 estatuillas del Manneken Pis para festejar sus jóvenes 400 años. Si quieres saber más sobre este excéntrico personaje, puedes leerlo aquí: […]