Siempre hemos oído que cuando algo nos duele basta con ir al mar, sumergirnos y disfrutar de esa calma que transmite para que tengamos una curación o mejora casi milagrosa. Un baño de mar y curado. Sin embargo, ¿has oído hablar de los baños de bosque? Se trata de una práctica espiritual originada en los años en Japón 80 conocida como Shinrin Yoku y que consiste en pasar tiempo en el bosque, con el fin de mejorar la salud, el bienestar y la felicidad.
¿Cómo se realiza? Es una “terapia natural” que está al alcance de la mano, liberadora de estrés y ansiedad y que podemos llevar a cabo a través de actividades de contacto con la naturaleza como el senderismo, eco-terapia, excursionismo y un largo etcétera. ¿A qué suena bien?
En Navarra contamos con un 64% de suelo forestal, así que, es un destino más que adecuado para iniciarse en esta práctica. Puedes pasear entre hayas, robles, abedules, seguir los cauces de los ríos, subir montañas, respirar aire puro y dejarte cautivar por los colores de la naturaleza. ¿Aún no te animas?
Todos los bosques de Navarra cuentan con distintos recorridos de diversa longitud, accesibilidad y dificultad. Aquí enumero los principales:
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Bosque de Quinto Real.
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Selva de Irati.
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Parque Natural del Señorío de Bertiz.
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Bosque de Leurtza.
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Robledal de Orgi
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Bosque de Leitzalarrea
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Sierra de Aralar
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Parque Natural de Urbasa-Andia
Como ves, en Navarra, hay distintas opciones para perderse, empezar a desconectar y recargar las pilas pero hoy vamos a centrarnos sólo en uno de ellos, el Bosque de Quinto Real. Su nombre proviene de la Edad Media ya que la “Quinta” era la parte que se pagaba a los reyes navarros en concepto de aprovechamiento de pastos y monte.
Esta zona boscosa es una de las más importantes de la provincia y está ubicada al noroeste de la provincia. Abarca los valles pirenaicos de Baztan, Erro, Esteribar y Alduides.
Robles y hayas adornan con tonos rojos y amarillos durante el otoño convirtiéndolo en un lugar mágico para disfrutar de un paseo o saborear los frutos de temporada, moras, castañas y setas. Es una superficie boscosa que nos pone en contacto con el mundo animal: halcones, buitres, palomas, ciervos, corzos, jabalíes, etc., que se moverán sigilosos mientras disfrutamos de la flora y fauna de la zona.
El Bosque de Quinto Real tiene atractivos naturales como la cuenca del río Arga, embalses, manantiales de agua fresca, riachuelos, montañas, etc., pero también nos ofrece otros rincones que no podemos dejar de visitar. Aquí tienes lo que no puedes perderte:
Real Fábrica de Municiones de Eugi
A 8 kilómetros del pueblo de Eugi se levanta la antigua Fábrica de Municiones de esta localidad. Diez mil metros cuadrados en los que podías encontrar carboneras, hornos, talleres de limpieza y calibrado de las municiones, puentes, etc. También había una zona destinada a viviendas de los operarios, donde podías encontrar también médicos y escuelas. En esta fábrica se elaboraban sobre todo proyectiles de cañones y balas de armas menores y estuvo funcionando a pleno rendimiento hasta el s.XVII, cuando agotó los recursos de su entorno. El cierre de esta ferrería, fue lo que dio pie a la construcción de la Fábrica de Armas de Orbaizeta, de la que hablaremos en otro post.
En la actualidad sólo quedan las ruinas que se esconden entre las hayas del corazón del bosque de Quinto Real, pero se mantiene la esencia de la estructura de la fábrica y algunos de los muros y arcos que han sobrevivido al paso del tiempo. También se han habilitado senderos que permiten un paseo muy didáctico e interesante y se ha convertido en lugar de peregrinación para fotógrafos que quieren ese toque mágico en su trabajo.
Embalse de Eugi
Cerca de la Real Fábrica de Municiones de Eugi, se encuentra este pantano. Es uno de los lugares más bonitos dentro del Bosque Quinto Real. Sus aguas cristalinas, trasladadas a través del río Arga, abastecen Pamplona y su comarca, y visitar su entorno es obligatorio para conocer bien la zona.
Cuenta con un sendero que rodea el embalse y que deja disfrutar de la belleza del paisaje y del aire puro de la zona. Está rodeado por frondosos árboles y el recorrido carece de dificultad por lo que puede hacerse andando, en bici, con niños y mascotas.
Monte Adi
Con una altura de casi 1500 metros, el monte Adi, se levanta como protector del Bosque de Quinto Real y es una de las cumbres más visitadas de Navarra. Desde la cima puede verse una panorámica que no deja indiferente a nadie.
El trayecto es apto para todos los públicos e incluso en días grises, con niebla o lluvia, el monte Adi proporciona unas vistas maravillosas de los hayedos y robledales que se extienden a su alrededor. En la subida, puede verse una estación megalítica con un menhir y varios cromlechs.
El Guernica de Zilbeti
Es un lugar poco conocido pero que realmente merece la pena, tanto por la belleza de los bosques que lo rodean como por lo original de ver representada una obra de arte en plena naturaleza.
¿Por qué el “Guernica”? Esta obra que Pablo Picasso pintó tras el bombardeo de esa ciudad, está cargado de una intención de denuncia contra la agresión, destrucción, impotencia e injusticia. Este símbolo de destrucción brutal y sin sentido, se ha utilizado en esta ocasión como arma para llamar la atención y mostrar así la necesidad de preservar el Hayedo de Zilbeti, que hasta hace muy poco tiempo corría peligro de desaparecer por la construcción de una mina.
El trabajo fue realizado por vecinos del pueblo y voluntarios durante seis días consecutivos y se pintaron 46 hayas con pinturas biodegradables. ¿El resultado? Una combinación de arte y naturaleza que enamora a todo aquel que se decide a visitarlo.
Desde el pueblo de Zilbeti y al mismo tiempo que disfrutas de los arroyos, bosques y naturaleza del entorno; se puede seguir una ruta señalizada que en algo menos de dos horas hará que subas la ladera de la montaña hasta el mirador; allí podrás tomarte un merecido descanso y disfrutar de esta original representación de la obra de Picasso.
Un baño de bosque es necesario al menos cada estación, ¿por qué no empezar por Quinto Real en otoño? Aunque hay quien dice que es una estación que invita a la tristeza y a la melancolía; también ofrece un abanico de colores que invita a perderse por los caminos de los montes y a llenarse de energía positiva.
Para aquellos que pensáis que el otoño es gris y frío; en mi opinión, los rojos, naranjas y ocres de los árboles y plantas animan a cualquiera, ¿y qué os voy a decir? El otoño es mi color favorito.
Puedes seguir leyendo sobre Navarra y este bosque en la web oficial de Turismo de Navarra. También sobre otras zonas de España y sobre cualquier parte del mundo en nuestra web.
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